¡A los niños les encantan los ponis! ¡Y también les encantan las actividades al aire libre! Entonces, ¿por qué no combinar los dos? Adelante para dar un paseo en pony.
¡Pequeños ponis, niños pequeños y mucha diversión!
Cómplice cariñoso de los niños, el pony, este animal tan dulce, sabe tranquilizar a los niños a la perfección. Estos últimos se sienten seguros y en total armonía con su montura. Estos son los momentos especiales que vivirás descubre en familia.

Paseo en pony
Mientras camina, acompaña a su(s) hijo(s) para una iniciación a la equitación y un (re)descubrimiento de los alrededores de Ravine Creuse en Saint-André. De hecho, es en este distrito que el centro ecuestre de laThermea estable.
Durante este paseo, usted y su hijo cruzarán campos de caña de azúcar y disfrutarán de la belleza de los paisajes circundantes, con total seguridad.


Es allí también donde los niños de 2 a 12 años viven un gran momento de placer y emoción, y sobre todo muy rico enenseñando. En efecto, este paseo en poni les permite desarrollar su motricidad, su equilibrio, su autonomía y por supuesto, aprenden a tener confianza en sí mismos.
Reseñas de viajeros